Del gasto impulsivo a la compra consciente: por qué lo barato sale caro (y cómo elegir piezas que duran)
Hay pocas sensaciones más fugaces que la euforia de encontrar “una ganga”. Pagas poco, sales feliz… y, seis meses después, ese adorno se despinta, la bisagra cede o la lámpara deja de funcionar. La emoción low‑cost se convierte en basura y, con ella, en gasto doble: vuelves a comprar y el ciclo se repite.
A esto yo le llamo: " La trampa de lo barato"
Economistas domésticos lo llaman cheap is expensive: productos de baja calidad exigen reemplazos o reparaciones que acaban costando más que adquirir algo bien hecho desde el principio. La regla del costo por uso lo ilustra:
divide el precio entre la cantidad de veces que realmente vas a utilizar el artículo. Si una pieza de ₲300 dura 10 años, su costo por uso es milimétrico comparado con una de ₲100 que sobreviva solo un año Forbes.
Este tipo de compras no solo afecta tu billetera... si no al planeta también...
Más allá de tu billetera, los excesos baratos pasan factura al planeta. La industria de fast fashion consume más agua que cualquier otro sector salvo la agricultura y genera 10 % de las emisiones globales de CO₂ Earth.Org. Informes recientes señalan que la moda rápida también produce 20 % de la contaminación hídrica mundial Financial Times. Cada prenda o accesorio que termina en la basura antes de tiempo incrementa esa huella.
¿PORQUÉ OPTAR POR LO ATEMPORAL?
Comprar con conciencia es apostar por materiales nobles y diseños que resistan modas efímeras. El mármol, por ejemplo, se ha usado desde templos griegos hasta cocinas contemporáneas por su resistencia natural y facilidad de limpieza Natural Stone Institute. Architectural Digest lo resume perfecto: bien cuidado, el mármol puede acompañarte toda la vida Architectural Digest....
¿Cómo podemos comprar de manera más consiente? Aquí te van 4 tips para poder elegir mejor a la próxima vez...
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Durabilidad: ¿En realidad que tan durable es el material con el que está hecho?... es de buena calidad o solamente está barato
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Costo por uso: ¿Cuántas veces lo usaré realmente?
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Compatibilidad estética: ¿Encaja con mi estilo a largo plazo o solo con la tendencia de TikTok?
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Historia y ética: ¿Quién lo hizo, con qué condiciones y qué tan lejos viajó?
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Fin de vida: ¿Se puede reparar, donar o reciclar?
Tomar estos cinco segundos de reflexión ahorra dinero, espacio y culpa ambiental.
Comprar consciente no significa gastar sin límite; significa invertir donde importa: en objetos que vivan contigo años —o décadas— sin perder gracia ni función. La próxima vez que un precio sospechosamente bajo guiñe el ojo, recuerda la ecuación costo‑por‑uso y el impacto que un producto fugaz deja en tu cartera y en el planeta.
Opta por calibre, por materiales que envejezcan con dignidad, por diseños que sigan respirando estilo cuando la tendencia cambie de nombre. Al final, la verdadera ganga es la paz de saber que elegiste mejor.